Art Box Colombia: El sueño que hoy vivimos en cada obra de arte

En 2019, en medio de la pandemia que parecía desmoronar el mundo, nació «Píntalo en Casa», un sueño forjado en la adversidad. Sin empleo y enfrentando el desafío de la incertidumbre global, decidí transformar mi vida y mi pasión por el arte en una misión. Sin experiencia previa, me aventuré en el terreno desconocido del diseño, amando la pintura con un conocimiento empírico y aprendiendo de forma autodidacta. Recuerdo esos primeros días con nostalgia y valentía, sumergiéndome en el mundo del diseño digital.

Mi hermano Cristian, con su habilidad en diseño, me ayudó a desarrollar los primeros siete kits para crear lo que hoy conocemos como Art Box. Su apoyo, aunque limitado en ese momento, fue crucial y lo agradezco con el corazón. Esta circunstancia, lejos de desanimarme, fortaleció mi determinación. Me inspiró a tomar las riendas por completo y continuar el proyecto yo misma, impulsada por el deseo de hacer realidad mi visión.

El destino me llevó de vuelta a mis raíces en Boyacá, abandonando la vida que había construido en Bogotá. Con mi hijo a mi lado y solo con nuestras esperanzas empaquetadas en una maleta, me aferré a la fe y la confianza en Dios para seguir adelante. Fue entonces cuando apareció un rayo de esperanza: mi primera oportunidad en la feria SOFA en Corferias.

La participación en la feria parecía inalcanzable. El costo era intimidante, pero el aliento de mi hermano Felipe, con su firme creencia en nuestro sueño, me impulsó a dar el salto: «Hazlo, que la plata la conseguimos». Con apenas un millón de pesos y préstamos de seres queridos, me lancé a la aventura con el corazón en la mano. El primer día fue una prueba dura; las ventas fueron escasas y la frustración me envolvía. Temía no poder pagar la deuda, pero el segundo día, un milagro ocurrió: las ventas comenzaron a despegar y, en un frenético ajetreo, vendí toda la mercancía. Regresé a casa con la deuda saldada y la esperanza renovada.

Soñaba con una caja vibrante para nuestros productos, pero no pudo estar lista para esa primera feria. En su lugar, la diseñé y corté a mano, creando cientos de cajas artesanales. Así comenzó el crecimiento inesperado de nuestra marca. Participamos en ferias masivas como la Feria del Libro, Comic Con Colombia y numerosas ediciones del SOFA, así como en centros comerciales, llevando nuestro arte a más personas.

Casi un año después, el amor de mi vida y padre de mis hijos se unió al equipo, trayendo consigo nuevas fuerzas y aportando una nueva energía y pasión que revitalizó nuestro proyecto. Su apoyo incondicional ha sido fundamental para el crecimiento de la empresa. No solo ha compartido responsabilidades, sino que también ha enriquecido nuestro trabajo con su creatividad y habilidad. Su compromiso con la familia y el negocio es evidente en cada paso que damos juntos. Además, su respaldo emocional durante los momentos difíciles ha sido una fuente invaluable de fortaleza, ayudándonos a mantener el enfoque y la motivación. Su participación ha sido un testimonio de perseverancia y amor, reflejando el impacto positivo que puede tener un apoyo genuino en el camino hacia el éxito.

No puedo olvidar el papel fundamental que ha jugado mi madre en este viaje. Su apoyo ha sido un verdadero pilar en cada etapa del crecimiento de Art Box Colombia. Recuerdo las largas noches en las que ella, con una paciencia infinita y una dedicación ejemplar, trasnochaba conmigo empacando los kits para las ferias. Cada detalle, cada paquete, llevaba consigo el esfuerzo y el amor de una madre que no dudó en estar a mi lado, trabajando sin descanso para hacer realidad nuestro sueño. Su amor incondicional y su incansable apoyo han sido cruciales, demostrando el verdadero significado del apoyo familiar. En los momentos de frustración, su constante recordatorio de «El cielo es el límite» me daba fuerzas para seguir adelante. Gracias a ella, cada paso que hemos dado ha estado lleno de esperanza y determinación. El cielo es el límite, y su contribución es un testimonio conmovedor de lo que significa tener una familia que cree en ti.

Mi padre ha sido un pilar de apoyo y amor en cada etapa de este viaje. Siempre ha estado a mi lado, mostrando un orgullo sincero y profundo por todo lo que hemos logrado. Su apoyo incondicional no solo me ha dado fuerza, sino también una enorme dosis de confianza en mí misma. Cada palabra de aliento y cada gesto de cariño han sido un recordatorio constante de que siempre hay alguien que cree en mis sueños. Su orgullo por nuestro trabajo y su amor inquebrantable han sido una fuente de luz en los momentos más desafiantes. Tener a mi papá a mi lado ha sido un regalo invaluable y una muestra hermosa de cómo el amor y el apoyo familiar pueden transformar un sueño en realidad.

En el corazón de Art Box Colombia, nuestros hijos han sido mucho más que una fuente de inspiración; han sido el motor que impulsa cada paso de nuestro viaje. Nuestro pequeño de seis años al inicio de esta aventura ha sido el símbolo de nuestra pasión y determinación. Su presencia ha sido un recordatorio constante de por qué luchamos y de la importancia de construir un futuro mejor.

Cada proyecto, cada diseño, lleva consigo el amor y el compromiso que sentimos hacia nuestros hijos. Ellos son el faro que nos guía, dándonos fuerzas en los momentos más difíciles y alegrándonos con sus sonrisas en los momentos de éxito. Su energía y entusiasmo han sido un combustible invaluable para seguir adelante, transformando los desafíos en oportunidades y las noches largas en momentos de unión y esperanza.

El sueño de Art Box Colombia es también un legado que queremos dejarles. Queremos que crezcan viendo el fruto del esfuerzo, la perseverancia y el amor incondicional. Nuestros hijos son el reflejo de nuestras aspiraciones y el motivo detrás de cada paso que damos. En cada kit de arte, en cada diseño, está la esencia de la familia que nos impulsa a seguir adelante con entusiasmo y dedicación.

Un nuevo nombre y la fuerza para superar desafíos

En el transcurso de nuestro viaje, nos enfrentamos a un momento crucial que llevó a un cambio significativo en nuestra identidad. Al principio, la marca «Píntalo en Casa» fue nuestra carta de presentación, pero pronto nos dimos cuenta de que estaba siendo comparada con otra empresa en el mercado. Este hecho no solo nos desalentó, sino que también nos hizo cuestionar nuestro camino. A pesar de nuestro esfuerzo y dedicación, la situación parecía desalentadora.

El cambio de nombre a «Art Box Colombia» fue una decisión que reflejaba nuestra necesidad de diferenciarnos y de reafirmar nuestra identidad. Sin embargo, el proceso no fue sencillo. Una demanda que considerábamos una amenaza real para nuestro futuro nos hizo enfrentar una serie de retos. Lo que en ese momento parecía un obstáculo insuperable se convirtió en una fuente de fortaleza y motivación. En lugar de rendirnos, encontramos en esos desafíos el impulso para mejorar y elevar nuestro trabajo a nuevos niveles. La experiencia nos recordó que, en un mundo tan amplio, siempre hay espacio para todos. Esta lección de resiliencia nos enseñó a enfrentar las adversidades con determinación y optimismo, y nos dio la fuerza necesaria para crecer y seguir adelante con renovado entusiasmo.

Mirar atrás y ver todo lo que hemos logrado es un testimonio de perseverancia y fe. Nuestra historia es un viaje épico de lucha y triunfo, un reflejo del poder transformador del arte y de los sueños que se convierten en realidad.

Hoy, Art Box Colombia brilla con maquinaria especializada que ha transformado y optimizado nuestro trabajo. Mirar hacia atrás nos llena de orgullo, recordando aquellos primeros días cuando montábamos lienzos, cortábamos madera con segueta y pulíamos cada pieza con esmero. En esos tiempos, cada paso era un desafío: comenzamos comprando pintura en la presentación más pequeña, ya que adquirirla por galones parecía inalcanzable, y preparábamos los colores en pequeños tarros. Los diseños, que en aquel entonces nos llevaban hasta un mes en crear, ahora se concretan en cuestión de horas.

Uno de los mayores retos ha sido dominar la técnica que nos caracteriza, una habilidad originaria de otro país y que apenas comienza a desarrollarse en Colombia. Hemos atravesado un mar de proveedores buscando la mejor calidad, aprendiendo de cada error y perfeccionando nuestros métodos día a día. Cada obstáculo y cada avance han sido parte de un viaje épico de lucha y triunfo.

Nuestra historia es un testimonio de perseverancia y fe, un reflejo del poder transformador del arte y la capacidad de convertir sueños en realidad. Mirar todo lo que hemos logrado hasta ahora es un recordatorio constante de que con pasión y dedicación, todo es posible.

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